Ayer me hice las pruebas en el hospital. El análisis de sangre, muy bien, pero el de la curva de glucosa me ha dado un resultado muy alto, así que la semana que viene tengo que repetirlo pero a lo "bestia" (en lugar de la curva "corta", que dura 1 hora, será la curva "larga", que es con el doble de Glucolimón y aguantar durante 3 horas). Así que el próximo miércoles me llevaré un par de revistas para hacer la espera un poco menos pesada.
Por otro lado, he estado teniendo unas pequeñas pérdidas tras la eco, así que tengo que permanecer en reposo absoluto durante unos cuantos días (por lo menos, hasta que esté 2 días sin manchar), pero no creo que sea muy preocupante, ya que desde ayer estoy "limpia". Además, ahora viene el finde y no tendré que estar sola en casa, que es lo que peor llevo.
Cambiando de tema...
Ayer por la noche estaba "zapeando" y di a parar con un programa de estos de testimonios (creo recordar que era Comando Actualidad) y, casualidades de la vida, salía una pareja que estaban a punto de tener su primer bebé (la pequeña Claudia). La pareja le mostraba a la reportera cómo habían arreglado el cuarto para la recién nacida, las ecografías en 3D que tenían de fondo de pantalla en el móvil, la ropita en el armario, etc... La madre estaba súper ilusionada hablando de Claudia, cuando la reportera le pregunta que si tenía algún miedo. Ella, muy diplomática, responde que sí, que tiene miedo a no poder entender a su hija si llora, a no saber calmarla, a no saber si está pasando frío o calor... Y a todo esto, la reportera le dice: "Bueno, y al parto también le tendrás miedo ¿no?" ¡¡¡SERÁ JAPUTA!!! (con perdón) pensé yo y, por la cara que puso la madre, creo que ella también pensó lo mismo...
Bueno, al día siguiente la reportera les acompaña al hospital para que de a luz. Esta parte no la entendí muy bien. Creo recordar que la mamá había dicho que estaba de 32 semanas pero ella se fue al hospital sin tener contracciones ni nada, por lo que deduzco que sería un parto programado. La mamá llegó, se cambió, la tumbaron en una camilla, le pusieron una vía, le aplicaron la epidural (la pobre, no paraba de quejarse por el dolor de los pinchazos) y le empezaron a administrar medicamentos para provocar el parto. Como 3 hora más tarde aún no se había puesto de parto, decidieron prepararle un parto por cesárea ("Es que el bebé es muy grande", se excusaba el médico). Ahí, a la pobre mamá, se le notaba la cara de miedo y angustia.
La metieron en una sala de operaciones mientras ella preguntaba que si le iba a doler. "No, mujer. Cómo va a doler eso" (ahí yo ya odiaba a ese medico). Pues nada más parecido a la realidad. La pobre mamá no hacia más que quejarse por el dolor mientras se le saltaban las lágrimas hasta que, por fin, la pequeña Claudia fue traída a este mundo. La madre se asustó porque no lloraba (a todo esto, la mamá aun no había visto a su bebé), así que la enfermera le metió un pequeño meneo al bebé y asunto solucionado. "Hala, dale un beso que nos la llevamos para ponerla guapa", le acercaron a la niña un poco a la cara para que le dieran un "cuasi-beso" y, con la misma, se la llevaron. ¡La pobre madre no puedo ni tener a su hija un momentito en sus brazos! No la dejaron apenas verla y menos tocarla. Esto me dejó realmente chocada. Después del parto por el que acababa de pasar, ¿no merecía, por lo menos, unos minutos de su hija? Aunque fuera para que se olvidara todo el mal trago y el dolor por el que acababa de pasar...
Pues tras limpiar a la pequeña Claudia y ponerla "decente", le llevaron la niña a su padre, quien se quedó embobado mirando a su nueva princesita. Tras estar un rato con ella, la llevó a la habitación a conocer al resto de la familia: tías, primas, abuelos, etc... Fue un momento muy emotivo, pero no dejo de pensar en que Claudia no paraba de llorar porque no tenia a su madre cerca y porque estaba colocada encima de la cama para que todos "pudieran verla bien", sin sentir el contacto de nadie; sacada del útero de su madre a la fuerza, apartada de ella y "expuesta" en una cama. Quizás hasta tenía hambre, porque ni siquiera le dieron el pecho o un biberón.
Ver este programa me dejó bastante trastocada, al ver lo poco natural que fue el nacimiento de esa niña y todo el dolor y el sufrimiento (tanto físico como psicológico) por el que tuvo que pasar la pobre madre, y lo único que saqué en claro es, que yo no quiero un parto así para mí.
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