Positivo

Todo comenzó hace unos 15 días, cuando note que tenía dos días de retraso en la menstruación.

- Alfon, no te emociones, pero hace 2 días que me tenía que haber venido la regla…

- ¡¡¡¡¡¡¡Yuuuuuujuuuuuuuuuu!!!!!!!!

Ahí empezó un desfile de emociones y sensaciones:

¿Estaré embarazada? ¿Será solo un retraso? Ay, dios… ¿Y si estoy embarazada? Qué nervios… Y si lo estoy, ¿cómo lo voy a decir? Uy, uy, uy…

Os voy a poner un poco en situación: Alfonso y yo llevamos 7 años y medio saliendo, de los cuales 3 los hemos pasado viviendo juntos. Hace 3 meses que nos hemos casado y la verdad es que todo nos va genial. Él hace tiempo que tiene el gusanillo de ser papá, pero yo aún estaba con la impresión de que mi “arroz” era Arroz Brillante (que no se pasa, pase lo que pase). Nos llevamos 7 años (Alfon tiene 36 y yo tengo 29), por lo que esas ganas, en parte, eran bastante comprensibles.

Bueno, a lo que iba…

Después de 5 días de retraso, nos animamos a comprarnos un test de embarazo y el sábado por la mañana, nos hicimos la prueba: Negativo. La verdad es que fue un mazazo, porque ya me había hecho a la idea de estar embarazada.

Pasaron un par de días más y seguía sin menstruar. Era raro, porque yo soy puntual como un reloj, y porque me sentía como si realmente estuviera con la regla: dolor de ovarios, molestias en el pecho… Todo, menos el sangrado. Pasados 10 días, me acerqué de nuevo a la farmacia y le expliqué la situación a la farmacéutica. La verdad es que fue un encanto. Me explicó que, a veces, es normal que los tests den “falsos negativos”, ya que en los primeros días los niveles de la hormona HCG suelen ser muy bajos y los test no los suelen percibir (así que no os fiéis de eso de “Fiabilidad desde el primer día de falta”, que no es verdad). También me recomendó que usara un bote de análisis de orina para hacerme la prueba y que, mejor que meter el test en la orina, era “derramarlo” con cuidado sobre él (se tiene mucho más control que tratando de orinar encima… creedme).

Pues desde que me compré el test hasta que decidí hacerme la prueba pasaron otros 5 días. Tenía miedo de que me diera negativo otra vez, pero al final Alfonso me convenció y me hice la prueba el lunes 11 de octubre, a las 7 de la mañana (la orina de la mañana es mejor, ya que está más concentrada). Medio dormida, llené el bote, y directamente lo vertí sobre el absorbente del test. Nada más terminar de echarlo, apareció un signo positivo como una catedral, pero yo, aún con miedo, le puse la tapa y lo dejé en posición horizontal para reposar 1 min. (era lo que ponía en las instrucciones), mientras Alfonso ya estaba dando botes por todo el baño.

- Espérate, que aún tiene que reposar un poco…

- ¡¡¡A qué vas a esperar!!! ¡¡¡¡SI HA SALIDO POSITIVO!!!! ¡¡¡¡¡¡¡¡YUUUUUUUJUUUUUUUUUU!!!!!!!!

Y aprovechando los botes y los saltos, se fue inmensamente feliz a trabajar, mientras yo me quedé en casa asimilandola noticia: Embarazada. Estoy embarazada.