Lilypie First Birthday tickers

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lunes, 21 de febrero de 2011

Mi Primera Vez... en la Cocina

Rondaban finales de los 80. Yo tendría unos 6 ó 7 años y, fue entonces cuando decidí que estaba preparada para intentarlo:

- "Mamá, quiero hacer un huevo frito. Pero lo quiero hacer yo solita"

Mi madre analizó la situación y, tras varios segundos considerándolo, decidió que me iba a dar un voto de confianza. Preparó todos los ingredientes y los utensilios: el huevo, la sartén, un poquito de aceite (muy poquito, no fuera a saltar y me quemara o me asustase), sal y la espumadera.

Yo me sentía súper mayor. Por fin, iba a ser una cocinera de verdad e iba a ser dueña de mi destino, pudiendo decidir qué comería y cuando comería. Ya no tendría que depender de un adulto para aquellos menesteres.

Acerqué una silla y me subí en ella. Ahí estaban: los fogones, esos fogones de gas que tanto miedo me siguen dando ahora. Pero ese día, yo era la jefa y nada me iba a detener.

- "Mamá, dame el huevo" dije con aire solemne.

Mi madre me miró entre divertida y asustada, pero me pasó el huevo. Lo cogí con la mano derecha y, mientras agarraba el mango con la izquierda, lo casqué contra el borde la sartén. Ahí empezó a ir mal la cosa...

Lo golpeé con demasiado ímpetu, tanto que el huevo se me partió por la mitad. Me dejé llevar por el pánico y junté las dos manos para terminar de abrir la cáscara y dejar caer el huevo lo antes posible. El problema fue que estaba tan concentrada en el huevo que no estaba mirando y tiré el huevo sobre los fogones.. Empezó a oler a huevo crudo quemado, me eché a llorar como una loca, mi hermano pequeño comenzó a llorar también porque pensaba que ya no iba a haber cena, mi madre corriendo a apagar el fogón y a por un paño húmedo para limpiar aquel estropicio...

Yo suplicaba por otra oportunidad, entre lagrimones y mocos colgando, pero mi madre decidió que otro día sería, que ya había tenido demasiadas emociones por un día.

Y esa fue mi primera vez en la cocina. Siempre he tenido mucha curiosidad por cocinar y, reconozco que cuando mis padres reformaron la cocina y pusieron la vitro, hubo un antes y un después.  Siempre he sido de ofrecer ayuda a mi madre mientras estaba cocinando y, prueba de ello son las múltiples cicatrices de cortes y quemaduras que tengo en las manos (sí, siempre he sido un poco torpona).

Mis inicios más "profesionales" comenzaron los años que estuve viviendo en Inglaterra. Hice mis primeras tortillas (quemaditas por fuera y crudas por dentro), mis primeras croquetas de pollo (que sabían más a harina cruda que a otra cosa), mi primera ensaladilla rusa (con las patatas duras porque no las terminé de cocer bien)... Siempre se ha dicho que de los errores se aprende ¿no? Pues yo he aprendido mucho (pero mucho mucho).

Toda esta historia viene de una idea genial que se le ha ocurrido a Sara, del blog Cocina Para Emancipados, en el que nos anima a contar nuestras primeras experiencias culinarias. De entre todas las historias, va a sortear tres ejemplares de su libro Cocina Para Emancipados, en donde tiene 150 recetas con fotos a todo color. Así que ya sabéis, animaros y contad vuestra experiencia.

Un saludo muy grande a todos!!!


7 comentarios:

  1. K chulo, me apunto
    Gracias wapa y arriba el huevo frito, uhmm k bueno.

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  2. Qué pobre, qué disgusto te llevaste!

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  3. A pesar de que tu terminaste llorando, me parece una historia muy entrañable. Creo que es muy importante dejar que los niños se metan en la cocina porque se sienten imporantes al ayudar a sus mamás. Y gracias por el vinculo que nos has puesto. Un saludo!

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  4. jejejeje pobrecilla! vaya susto te llevarías.

    A mi me encanta la cocina y le dejo a Boliche que me ayude, también subido en una banqueta jajaja, para que vaya parendiendo pronto.

    Genial idea!

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  5. @Virgini@: Arriba el huevo frito!!! Yo en Inglaterra me preparaba sandwiches de huevo frito cuando llegaba a casa de marcha. Estaban de vicio!!!

    @Laky: La verdad es que sí que me lo llevé jejeje

    @Sandra: Acabé llorando, pero fue más por los nervios y la tensión que acumulé en ese minuto que por otra cosa. De hecho, mi madre no me dejó probar de nuevo porque me vio demasiado nerviosa para atinar dentro de la sartén. Eso sí, el siguiente huevo cayó dentro!! :-)

    @Teta: Yo siempre he dicho que la cocina es el corazón de una casa, y es un lugar estupendo para compartir buenos momentos. Seguro que Boliche acabará siendo un gran chef!!

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  6. No recuerdo mi primera vez en la cocina, pero sí recuerdo que entonces me gustaba más que ahora, porque antes no tenía que hacerlo por obligación jaja

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  7. @MamaCc: A mí me encanta cocinar, ir a mi ritmo, con tiempo, despacito... pero basta que se vuelva una obligación para que la odie por completo jajajaja

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