Lilypie First Birthday tickers

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miércoles, 19 de octubre de 2011

Entregando el Plan de Parto (I)

Bueno, esta mañana hice la ruta y entregué mi plan de parto (o, por lo menos, lo intenté) en la clínica privada y en el hospital público.


Primero la clínica. La verdad es que no iba con muchas esperanzas puestas en la clínica pero, aún así, me acerqué a la recepción y cuando le dije a la chica que venía a entregar un plan de parto, la cara que me puso fue de no entender nada. Aún así, lo recogió y me dijo que esperara un momento, que tenía que consultarlo. A los pocos minutos me hicieron pasar a la consulta de uno de los ginecólogos de la clínica (creo que son 4), pero no sabría decir quién es porque no se me presentó.

En principio, su actitud fue tirando a prepotente: me preguntó que quién era mi ginecólogo, que quién era yo, que a qué me dedicaba (pensó que era médico o enfermera, por el plan parto que le entregué), que él no se iba a leer todo ese documento (eran 5 folios), que ellos tenían un protocolo propio, etc. Yo le expliqué que no venía a exigir nada. Simplemente venía a presentar mi plan de parto porque no conocía el protocolo de la clínica y que era consciente de que todo lo que yo pedía estaba sujeto a modificaciones por lo que mi intención era dialogar y negociar las condiciones.

No sé si esto le activó algún tipo de chip o qué, pero su actitud cambió. Por voluntad propia comenzó a leer el plan, punto por punto, explicándome qué era posible y qué no, pero también intentó decirme algo así como que el plan estaba mal redactado. Primero me dijo que era muy tajante en mis peticiones, para a los 10 minutos decir que mis peticiones eran muy ambiguas. Se lo hice notar y su respuesta fue algo así como: "es que algunas peticiones son muy tajantes y otras son muy ambiguas". "Claro, porque las que son tajantes son las que quiero evitar a toda costa y las que son ambiguas son las que estoy dispuesta a negociar".

No sé si intentaba hacerme dudar o qué. Llegó un momento en que, leyendo el punto sobre el enema ("Evitaremos el enema-lavativa y el rasurado púbico") me preguntó que si conocía el significado del verbo "evitar". "Soy licenciada en Filología. Entiendo perfectamente el significado del verbo "evitar" y, posiblemente, hasta pueda definirlo mejor que usted" (aquí ya fui un poco de sobrada). No sé, pero aún teniendo una actitud apaciguadora, se le veía que intentaba hacerme sentir insegura por momentos (menos mal que ya venía preparada por las cosas que había leído en otros blogs).

En resumen, me dijo que eso de esperar hasta las 44 semanas, nanai de la china (aunque tampoco contaba con ello); que la bolsa me la romperán sí o sí, porque es necesario para evaluar el estado de las aguas; que ni Alfonso ni yo podemos terminar de extraer a Daniela porque ninguno de los dos éramos personal cualificado para ello (ahora necesitamos hacer un curso para poder coger a nuestra hija) y que lo de la episotomía no dependía de él, sino de cómo transcurriera el parto. Al resto de peticiones, que igual se podría negociar. Eso sí, el plan de parto no me lo recogió porque él no era mi ginecólogo, por lo que tengo que pedir cita con cualquiera de los ginecólogos de la clínica para que me explique el protocolo de la clínica y recibir él el plan de parto. Evidentemente, no lo voy a hacer.

Al terminar la charla (casi 30 minutos), se despidió con un "Espero haberle servido de ayuda", a lo que yo le contesté que sí, que me había ayudado más de lo que tenía esperado. Sinceramente, pensé que ni lo mirarían y me mandarían a tomar viento fresco.

En el Hospital Materno Infantil, la cosa fue diferente. Llegué y me derivaron a Atención al Paciente (sin miradas extrañas) y, una vez llegué allí y expliqué que venía a entregar mi plan de parto, me hicieron sentar, me entregaron un documento de admisión en el que rellené mis datos, explicando que adjuntaba el plan de parto, se quedaron con 3 copias (utilicé una de las de la clínica para que me la sellaran y graparan junto mi copia del documento de admisión) y me dijeron que en unos días me llamarían. Sin caras raras, sin preguntas, como si fuera lo más normal del mundo. 

Ahora sólo me queda esperar a que me llamen y me digan su opinión. Soy consciente de que lo de las 44 semanas no me lo dejarán ni de broma, pero igual consigo evitar un poco más el tema de la inducción programada. Del resto de peticiones, ya os iré informando.

Un beso!!!

6 comentarios:

  1. Qué manía con ese prepotencia médica, se creeran que no estamos bien informadas.
    Ahora a ver que te dicen del hospital, seguro que mucho mejor que en la clínica.
    Besitos

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  2. Yo descarté parir en la privada.

    Y oir la SS, mi plan de parto lo presenté directamente el día que entré a parir, me lo recomendó así la matrona y la verdad no les dio mucho tiempo a ponerme pegas.

    Espero que tengas suerte y puedas hacer valer tus derechos, un besotes.

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  3. Madre mía, qué barbaridad. Que a fecha de hoy aún estén tratando de ignorantes y con esa actitud inadmisible a las madres que presentan un plan de parto es muy grave. Y sí, ese médico puede estar de guardia en tu parto u otro peor, así que lo de remitirte a tu ginecólogo es simplemente para que te eche la bronca.
    No sé dónde ves tú la actitud apaciguadora, quizá en su paternalismo trasnochado.Lo de que intentaba hacerte insegura por momentos es lo único que está claro.
    Obligar a parir en sus tiempos ¿cómo lo hacen? ¿te mandan a la guardia civil? Lo de romper la bolsa sí o sí ¿te abren a la fuerza las piernas para pincharte las aguas?
    Lo de que agarren a tu hijo sin que tú lo puedas coger tú, es simplemente delirante.
    Queda claro el respeto que nos tienen y créeme, no mejora en el paritorio ni en el quirófano.
    El protoculo de la clínica es muy simple: rajar a la que se deje y tarde más de la cuenta en parir. Y está muy bien para quien lo quiera pero confío en que muy pronto las mujeres seamos capaces de decirles que se acabó, sobre todo dejándoles sin trabajo, por supuesto.
    Lo has hecho muy bien, ¡felicidades!

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  4. Creo que después del trato recibido en la clínica ya te habrás acabado de decidir sobre donde acudir a parir. Yo lo tendría clarísimo, aún sin conocer el hospital materno infantil del que hablas. Qué tío más estúpido y engreído.

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  5. Jo, que fuerte!, es qu eno entiendo porque la gente se empeña en utilizar los malos modos.

    Incluso negandose a todo lo pueden hacer pero de otra manera. Que manía con meter miedo...

    Esperoque ne la pública consigas algo más.

    Ya no te queda nada, eh?
    Perdona por comentar tan poco pero es que voy de culo con el tiempo.

    Un beso fuerte!

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  6. Me mondo con Susana y el "protoculo", de verdad, has estado sembrada.

    Y tú, Anuda de mis amores, has sido toda una dama con el doctorzuelo ese, que aún no me explico por qué te ha recibido si luego quiere que te vea tu médico... Será para que te lleves doble bronca a ver si así te achantas, porque si no no entiendo nada...

    ¿Y qué es eso de que si sabes qué significa "evitar"? A lo mejor era porque él no lo sabía y quería que se lo explicases, jejeje...

    Creo que eres demasiado conciliadora y benévola e intentas ver un lado positivo en un señor al que yo definiría, simplemente, como un gilipollas, así, con todas las letras. Esto te honra, pero espero que no te impida ver de qué palo van en esa clínica.

    Mil besos,
    Lady Vaga.

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