Hoy, hace tres meses que dejé de ser una mujer embarazada para convertirme en una de tantas mujeres que ha pasado por un aborto involuntario. Tengo un recuerdo muy vivo de ese día, a pesar de lo lejano que me parece ahora.
Recuerdo el nudo en el estómago cuando la ginecóloga me hacía la eco buscando el latido mientras negaba en silencio con la cabeza.
Recuerdo sentirme como si estuviera interpretando un papel en una obra de teatro mientras me explicaba el proceso del legrado, como si aquello no tuviera nada que ver conmigo y sólo le estuviera siguiendo la corriente a la doctora.
Recuerdo como esa burbuja de incredulidad explotó al cerrar la puerta de la consulta detrás de mí y, de pronto, aquella pesadilla se había vuelto real.
Recuerdo lo injusto que me pareció estar en la sala de espera rodeada de chicas embarazadas, con sus preciosas tripitas, mientras yo esperaba a que me dieran hora en el quirófano para operarme.
Recuerdo tumbarme en el sofá en casa de mis padres intentando quedarme dormida para ver si así pasaba el tiempo más rápido para que acabara ese día lo antes posible.
Recuerdo tocarme el vientre, pensando: "¿Y si se han equivocado? ¿Y si sigue ahí pero no han escuchado bien?", aún sabiendo que me habían auscultado dos veces y que no había crecimiento fetal desde hacía una semana.
Recuerdo estar dentro de quirófano, justo antes de que me anestesiaran, despidiéndome mentalmente...
Recuerdo cuando me desperté de nuevo y me sentí como si mi embarazo hubiera sido sólo un sueño y nunca hubiera ocurrido realmente.
Recuerdo cuando pedía el alta voluntaria a las dos horas del legrado, porque no quería seguir tumbada en aquella cama dentro de la clínica.
Recuerdo llegar a casa y pensar: "Ya está. Se acabó."
Ahora todo empieza de nuevo y todo lo que me quedan son recuerdos. Se que me ha quedado un post triste, pero hace días que estoy viendo como el 3 de febrero se acercaba poco a poco y necesitaba desahogarme...
Ánimo Anuda!
ResponderEliminarImagino lo mal que lo tuviste que pasar en esos momentos, pero ya verás como dentro de poco vendrá un pequeño milagro que hará que aquellos recuerdos sean más lejanos y un pelín menos dolorosos.
Un besazo enorrrrme!!!!!!
Te comprendo perfectamente porque yo pasé por lo mismo no hace mucho (escribí un post en mi blog por si te interesa leerlo). A mí también me quedó esa sensación de ¿y si se equivocan? De hecho, llamé a la matrona incluso para preguntarle si había alguna posibilidad de que se hubiesen equivocado y mi bebé estuviese vivo.
ResponderEliminarPero, mira, el aborto fue en mayo de 2009 y ahora tengo en brazos una preciosa niña de tres meses. Como tú tendrás dentro de poco, ya verás como sí.
Muchísimo ánimo, de verdad!
Gracias chicas. Es que aún estoy en ese periodo de tiempo en que, cada vez que se acerca el 3 de cada mes, me acuerdo como si fuera una especie de aniversario macabro o algo así. Sé que en breve pasará un día 3 en que no me acuerde, aunque nunca llegue a olvidarlo.
ResponderEliminarEs un poco raro, pero cuando escribo sobre esto en el blog parece que ese peso que tengo encima, lo descargara en la red y me ayudara a ir más liviana por la vida.
Muchas gracias por vuestras palabras. De verdad.
Un beso enorme.
Puf, que recuerdos me has traido. Mi primer legrado fue hace más de dos años, y el primero es el que más recuerdo, luego vino el segundo y ese fue más doloroso, antes de que me durmieran pregunte si estaban seguros y llore, llore hasta que me durmieron. Luego, vino la luz de mi vida, mi hijo. Y luego otros dos abortos (quiero que tenga un hermano), ahora, vuelvo a estar embarazada, con 8 semanas, le he visto, he visto su corazón y ya me niego a que deje de latir. Es triste lo que cuento? No corazon (perdona la confianza pero cuando leo algo tan cercano no puedo dejar de hablar con cariño, porque asi era como me gustaba que me hablaran), no es triste, por desgracia es una realidad que sufrimos muchas mujeres. No dejes de contarlo, porque como bien dice, nos ayuda a llevarlo mejor y descargar esa mochilita. Pero ya ves, yo dije que a mi solo me paraba el medico si me decia que no podia ser más. Y por ahora a base de insistir les voy ganando.
ResponderEliminarNo desistas y tu sueño llegará.
Me ha resultado muy duro leer tu experiencia. Pero pienso que las cosas pasan por algún motivo, incluso lo malo siempre nos pasa porque nos aguarda algo mejor. No sé, no me hagas mucho caso. Te mando un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminar@Evita: Muchas gracias por tus palabras. Yo no pienso desistir y haré como tú: hasta que el medico diga que nanai, y ya veré si le hago caso... Muchas gracias por pasarte y comentar.
ResponderEliminar@Mamá Mimosa, supongo que esto hará que, cuando por fin lo consiga, sea la mujer más feliz del mundo aunque me pase meses sin dormir y esté hasta arriba de pañales sucios. Siento que te haya resultado tan duro leerme :-(.
Un besote enorme para ti también!
Perdí a mi bebé hace ya año y medio, y lo recuerdo como si hubiese sido hace unos dias.... No basta solo el dolor, sino los comentarios de los visitantes, que parecen tener que obligar a aceptar la muerte del bebé por una u otra razón. Hoy en dia lo recuerdo todo, no lo he olvidado y creo que nunca podré, se murió mi hijo, para otros pede ser un simple feto, pero para mi es y siempre será mi hijo. Aceptarlo? Con la costumbre se puede aceptar todo, superarlo? imposible. Estamos buscando un nuevo embarazo y aún no lo logramos, lo que me mantiene anclada es mi hijo, el mayor, mi Peluche.
ResponderEliminarVivimos con la esperanza de lo que algún día vendrá..... Dios nos tiene algo preparado, solo tenemos que relajarnos y esperar, todo viene a su debido tiempo, el tiempo de Dios es perfecto.
Te envio un abrazo lleno de fe y esperanza por el futuro.
Anuda, lo que sí puedo decirte, aunque no sé si esto te animará, es que si el corazón no latía es porque la propia naturaleza es sabia y algo mal ya se estaba formando y antes de llegar a término, la naturaleza lo debía de eliminar. Estoy segura de que habrán más oportunidades.
ResponderEliminarUn beso.
Ufff, es inevitable el dolor pero seguro que pronto tendrás una sorpresa. Al año vino mi peque y ahora viene otro, pero ese día no lo olvidaré jamás. Bss
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