Y a lo tonto, a lo tonto, hemos llegado a los 6 meses y, con ellos, han llegado los primeros picores en la tripita. Me paso el día embadurnándome de cremas y aceites (de almendras y de rosa mosqueta) pero no se me termina de quitar. Eso ya es señal de que la piel está empezando a estirarse y, a partir de ahora, es cuando más cuidado he de tener con las estrías.
Llevo un par de días un poco ausente, pero es que he estado un poco pochilla, física y moralmente (ya os contaré) y no he tenido muchas ganas de sentarme frente al ordenador (aparte, que me está empezando a doler un poco la espalda y el trasero cuando me pego mucho tiempo sentada). Lo bueno es que Alfonso ya ha empezado las vacaciones y ahora lo tendré todo enterito para mí hasta septiembre :-D
Por cierto, el desorden que veis al fondo, en el sofá que hay detrás mía, es porque hoy empezamos a pintar la habitación de Daniela. Prometo fotos con el resultado y con algún que otro proyecto decorativo que tengo en mente.
Un besote!
