Espinacas a la Crema con Langostinos

Tenía ganas de probar esta receta desde hacía tiempo y la verdad es que no me ha defraudado para nada.

Me encanta probar platos nuevos y es muy raro que ponga cara de asco ante algún alimento que no haya probado. Incluso lo más raro y extraño que haya, si yo veo que la gente se lo come, le doy una oportunidad. Sin embargo Alfonso es todo lo contrario. Siempre he dicho que él come primero por las orejas porque es decirle el nombre del plato y, si no le convence o le suena mal, te dice que a él eso no le gusta aunque no lo haya probado en la vida. Y no hay quien le baje del burro.

Para mí eso es una puñeta porque a la hora de preparar algo nuevo me veo muy limitada (o inventando estrategias para ver cómo hago para que se lo coma sin saber qué es jejeje). Precisamente eso es lo que me pasó cuando dije la otra noche que iba a preparar espinacas a la crema.

- ¿Espinacas? A mí eso no me gusta.

- Pero, ¿las has probado?

- No. Pero a mí eso no me gusta (cualquiera diría que tiene 36 años)

Como ya he desarrollado un sexto sentido que hace que pase de él en cuanto a comida se refiere, me metí en la cocina y lo preparé. La receta la saqué de la web de Las Recetas de mis Amigas y, la verdad, es que salen riquísimas. Tanto, que Alfonso preguntó al final que si habían sobrado para el día siguiente. Seguramente, repitamos pronto.

Ingredientes:

- 500g de espinacas congeladas

- 1 cebolla pequeña

- 1 diente de ajo

- Langostinos

- 1 cucharada de harina

- Leche

- Aceite de oliva

- Pimienta

- Nuez moscada

- 1 pastilla de caldo (opcional)

Preparación:

Metemos las espinacas en el microondas a descongelar. Mientras tanto, vamos a picar la cebolla muy finita para rehogarla a fuego medio/bajo en una sartén con un poco de aceite. Las espinacas, una vez descongeladas, las escurrimos bien y las añadimos a la cebolla cuando esta esté pochadita (transparente). Subimos el fuego a medio/alto para saltearlo, sazonamos con un poco de sal y reservamos.

En la misma sartén echamos un chorrito de aceite a fuego medio/bajo y ponemos el ajo bien picadito (yo usé un prensa ajos) hasta que empiece a coger color (cuidado de que no se queme, ¡que amargan!). Añadimos los langostinos con una pizca de pimienta y subimos un poquitín el fuego para que se hagan bien. Entonces volvemos a poner las espinacas que teníamos reservadas y mezclamos todo bien durante unos cuantos minutos más. Reservamos.

Ahora toca preparar la bechamel. Lo haremos en la misma sartén para que coja el sabor de las espinacas y los langostinos (y de paso ahorramos en cacharros sucios). Como la bechamel requiere un poco más de atención no saqué fotos del proceso (no pude), pero no tiene mayor ciencia.

Ponemos un poco de aceite y, cuando esté bien caliente, añadimos la cucharada de harina y la removemos todo bien para que se cocine y no sepa después a harina cruda. Cuando esté tostadita, añadimos la leche, poco a poco, y mezclamos ayudándonos de unas varillas. Iremos agregando leche hasta que tengamos una consistencia cremosa y, al pasar las varillas, veamos el fondo de la sartén a través de la bechamel. Agregaremos entonces una pastilla de caldo desmenuzada y la nuez moscada.

Ahora añadimos las espinacas y las mezclamos bien con la bechamel. En la receta original, primero mezclaban con una parte de la salsa y el resto la ponían por encima, pero yo lo mezclé todo de golpe. Toca gratinar y, como no me quedaba queso parmesano, cogí un trozo de queso semicurado que tenía en la nevera, lo corté en laminitas y lo fui distribuyendo por la superficie del plato. Luego lo puse a gratinar unos 3 minutos en el microondas y ¡listo!

Sé que queda mal que lo diga, pero es que me salió buenísimo. Destaca, sobre todo, el sabor de los langostinos con el toque de ajito, y la bechamel con el queso le da un punto muy suave y muy sabroso. Como dije, nunca había probado este plato y me ha encantado. Y vosotras ¿cómo lo preparáis?

Un saludo!!!