Rhinomer y el vicio de respirar (Review)

Con la llegada del frío empiezan los catarros, los mocos, las gargantas irritadas, las toses, etc. 

Aunque no me puedo quejar mucho del clima en donde vivo, sí que noto los cambios bruscos de temperatura, en los que pasamos de 28ºC al mediodía y bajamos a 16ºC por la noche, lo que hace que tenga que tener siempre un foular a mano en el bolso para cubrirme el cuello y una rebeca y poder abrigarme un poco desde que noto que empieza a refrescar.

Hace unos 5 años me operaron de los cornetes nasales por hipertrofia. Al tener las fosas nasales semi-obstruidas respiraba de manera inconsciente por la boca, lo que me provocaba tener faringitis cada dos por tres. Aún después de la operación, sigo siendo propensa a la irritación de garganta, por lo que cada vez que noto el más mínimo síntoma de congestión nasal, acudo rauda a por mi Rhinomer. De este modo evito, en cierto grado, la faringitis y la irritación de nariz por el uso de pañuelos de papel.

Rhinomer es agua de mar esterilizada a la cual se le ha reducido el contenido en sal y que viene en un envase aplicador con tres tipos de presión:

- Fuerza 1 (Suave): Indicado para bebés a partir de 15 días y niños de hasta 2 años (envase de 115 ml).

- Fuerza 2 (Medium): Indicado para niños de entre de 2 y 6 años y adultos (envase de 135 ml).

- Fuerza 3 (Fuerte): Indicado para niños a partir de 6 años y adultos(envase de 135 ml).

Aparte de estos envases, ahora tienen una nueva presentación que son las Monodosis (20 unidades de 5 ml), que están indicadas para los bebés recién nacidos.

Yo uso el de Fuerza 3, y la verdad es que es mano de santo. Al ser agua de mar (su composición es de 100% agua de mar isotónica y estéril) y no venir en aerosol, el agua sale a temperatura ambiente y puede ser usado a diario. Tampoco tiene ningún tipo de contraindicación en caso de embarazo y lactancia materna y no tiene efectos secundarios.

Su modo de empleo no tiene misterio ninguno: Encajar el aplicador nasal en la botella, introducir en la fosa nasal inclinando la cabeza hacia el lado contrario o hacia atrás (que si no, se te puede escapar el agua) y aplicar. Repetir en el orificio contrario, dejar actuar unos segundos y sonarse con normalidad (yo recomiendo hacerlo en el lavabo para no empaparnos y evitar la irritación producida por sonarnos con el papel).

Para utilizar con niños y bebés, el prospecto pone las mismas indicaciones que para los adultos (con ayuda, evidentemente). Sin embargo, yo creo que es mejor apoyar la cabeza del niño sobre una toalla y aplicar el Rhinomer en la fosa nasal superior, dejar que salga por el inferior y luego repetir a la inversa.

El resultado es casi inmediato. Las fosas nasales quedan limpias y desobstruidas y sin dejar sabores extraños en la garganta como cuando utilizas pulverizadores del tipo Utabón y demás. Aparte, creo que circula por ahí una leyenda urbana que dice que el Utabón provoca adicción, pero no sé hasta qué punto es cierta.

Yo lo suelo utilizar por las noches antes de acostarme, para evitar respirar con la boca abierta mientras duermo, y por las mañanas al levantarme. En casos más extremos, lo puedo llegar a utilizar hasta 4 veces al día, pero no es lo normal. Su precio suele estar alrededor de los 5€ y, dependiendo de la asiduidad con que lo utilices, puede durarte hasta 6 meses (yo suelo comprar uno ó dos botes por año). Además, la fecha de caducidad es bastante amplia por lo que será raro que nos encontremos con el bote caducado en el armario en el momento de utilizarlo.

Y creo que eso es todo. Como estos días lo he estado utilizando a menudo, me pareció que estaría bien contaros mi opinión sobre este producto.

Un saludo!!!